Alguien dijo una vez que conoceríamos la verdad, y que esta nos haría libres. Ese es el mayor reto que un Espíritu puede tomar en el universo, y ese es todo nuestro reto aquí en la Tierra: despertar a nosotros mismos y a la luz que ya somos, del profundo sueño en que nos encontramos. Y para poder lograrlo, nos dejó dos senderos luminosos de fe y esperanza, uno de ellos el más poderoso, con el cual todo cuanto existe en el universo ha sido creado, y el otro, la mayor ofrenda que podemos recibir de ese poder, para comprender por qué vivimos obscuridad en este mundo, y cómo podemos trascender aprendiendo y liberándonos de ella. Dos silenciosos regalos de luz de infinita compasión y ternura: 'el Amor y la Gracia'.
© María Teresa Cotón Cabañero 2025. Todos los derechos reservados